
Más allá de lo ordinario,
del placer y el miedo,
de los límites y el tiempo.
Más allá de la competencia,
de la mera complacencia,
más allá de lo racional,
más allá del bien y el mal.
Más allá donde todo es posible,
donde lo desconocido es factible.
Allá donde cada intento
es la belleza en eterno nacimiento.
Ese más allá que llevo aquí dentro,
donde ser eterno toma sólo un momento.