29.8.08

lunes


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hace poco encontré este poema, escrito en un invierno del 2004.

mi pobreza nuyorkina

mi pobreza nuyorkina es mi almuerzo de 75 centavos:
pan con tomate
nada más
y agua
que recojo en el lavatorio del baño
con una botella de agua usada.

mi pobreza es no atreverme a faltar
a un brete pega
cuando luego de estudiar toda la noche
necesito cerrar los ojos
aunque sea sobre el colchón deforme
que rescate de la basura.
y si bien fue gratis
me hace doler la espalda.

mi pobreza nuyorkina es que cuando los compas de la u
sugieren ir por una birra
yo sugiera tomar una pacha en el parque.
porque ser pobre es no tenerle miedo a los tombos.

el hueco en mi media negra y desteñida.
mis zapatos sucios
siempre.
mi ropa es vieja
y aunque esté recién lavada
tiene manchas del tiempo perdido
marcas del maluso
huecos que carcomen las cucarachas
en el único cajón de mi parte del closet.
mi pobreza es también una carencia de colores.

mi pobreza son mis calzocillos con la cintura estirada
o mis calzoncillos una talla menos
que me regaló mi abuela
a los que les corto el elástico
con mi tijerita de los pies
y me los pongo.

mi pobreza nuyorkina es de repente tener ronchas
irritadas e inexplicables
por todo el cuerpo
y cruzar los dedos diciendo,
ojala se vayan pronto.

la piel alrededor de las uñas
de mis dedos cansados
se levanta y se muere
como esa esperanza
que engrapo al tiquete de lotería
y se pierde entre la basura.
Y pienso en esos millones
que yo si iba a usar
por el bien general.
mi tio carlos iba a ver europa
mi papá iba a ver especialistas que lo curen
mi amada el anillo de compromiso
que no puedo comprarle
pero ella se merece.

mi pobreza nuyorkina es cepillarme los dientes más fuerte
a ver si se me va el dolor de muela.
decirle a todos que todo está bien
cuando todo podría estar mucho (mucho) mejor.
mi pobreza es que me sigan picando estas ronchas
que no me rasco en público.
en la u ni me saco el sweater
aún con la calefacción
para que nadie las vea.
es como si no existieran
pero ahi están,
picando.

mi pobreza nuyorkina es no rasurarme
para ahorrar gillette
amarrar mi billetera al pantalón
con un cordón usado.
mi pobreza es reconocer una y otra vez
que llego tarde a todo
una y otra vez.

mi pobreza nuyorkina
es una pobreza estudiantíl.
esa es la gran escusa
la gran apuesta.
el sacrificio de un presente incómodo
por un futuro relax.
y todo esto sería demprimente
si no fuera por que ya casi llega natalia
con quien toda esta mierda pasa a un segundo plano
con quien toda esta pobreza
no es más que un impulso
para seguir
para salir
adelante.

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